Preámbulo
Ante el balance negativo de la situación social y medioambiental agravada por el cambio climático, el siglo XXI se veía como una nueva oportunidad, tal vez la última, para reestablecer el equilibrio. En este ambiente de euforia y buenas intenciones, en el año 2000, en la ciudad de New York, representantes de 189 estados firmaban La Declaración del Milenio, fijando Los Objetivos a cumplir para el 2015, incluyendo medidas urgentes para paliar la desigualdad y el alarmante calentamiento global.
A pocos años vista, lejos de cumplirse, los países desarrollados se enfrentan a una crisis económica, social y medioambiental sin precedentes, haciendo tambalear sus cimientos. El actual estilo de vida de los mismos atenta contra los derechos fundamentales, recogidos en la Declaración de los Derechos Humanos (1948), en la de los Derechos del animal (1978), firmados por la Unesco y la ONU, así como los Acuerdos Internacionales sobre Desarrollo Sostenible.
La emisión de gases invernadero, la destrucción de amplias zonas naturales, la deficiente gestión de los recursos naturales y los conflictos armados por el control de los mismos, la desaparición de especies, la emigración, los refugiados medioambientales, el aumento de enfermedades y resurgimiento de las consideradas extintas, el aumento de las tensiones sociales, son algunos de los indicadores del impacto humano en el cambio climático, aumentando la desigualdad social y conduciendo a un genocidio tanto animal como humano.
La gran paradoja
En los países del primer mundo, paralelamente a los grandes avances científicos y en plena era de las nuevas tecnologías de la comunicación, asistimos a una creciente pérdida de valores y de identidad del hombre actual, dificultando el conocimiento de sí mismo y empobreciendo notablemente su relación con el entorno, cómodamente instalado en la burbuja del Estado del Bienestar, con actitudes individualistas y pasivas ante las violaciones sistemáticas de los derechos fundamentales de todo ser vivo.
Por un lado, la misma sociedad que dispone incluso de una un ciencia capaz de salvar y prolongar la vida en varias decenas de años, que envía naves a otros planetas, y que desarrolla leyes que defienden la igualdad y la protección a la diversidad; por otro lado, cierra los ojos a la dramática situación de grandes zonas de nuestro planeta, permitiendo la muerte por inanición y enfermedad de millones de niños y adultos, la esclavitud y comercio sexual tanto de niños como de mujeres, asi como el maltrato animal por pura diversión, la destrucción de bosques, entre otros atentados.
Este modelo vampiriza no solo a la Naturaleza, sino al propio ser humano, aprisionado en su propia creación, insatisfecho y anhelando otro modo de vida. El maltrato inflingido al entorno revierte al primer mundo, haciendo diana donde más le duele: su economía.
La Conciencia Ecológico Social Es Una Necesidad
Muchas son las voces, desde las científicas hasta las humanistas, que alertan sobre la urgencia de un cambio a todos los niveles. La actual crisis tiene que servir de palanca para un nuevo estilo de vida basado en un Desarrollo Global Sostenible, tanto medioambiental como socialmente, que respete y proteja la diversidad cultural a nivel mundial. Es necesaria una nueva conciencia, humanista, ecologista y solidaria que priorice el valor intrínseco de cada persona, solo por el hecho de serlo, sea cual sea su origen, pueblo, raza, género, sexualidad, creencias, cultura, género, y que pueda desarrollarse libre y respetuosamente en su entorno. Un nuevo modelo de sociedad donde la vida, en cualquiera de sus múltiples manifestaciones, es un bien a proteger.
Una nueva conciencia que erradique la discriminación animal, seres que sienten y sufren y que como manifestaciones de vida, tienen el mismo derecho que el hombre a una existencia digna según su especie; que lo considere como compañero en esta experiencia vital, y no como un objeto. Ningún ser vivo puede ser usado para solaz, esparcimiento y diversión exclusiva del hombre. Un hombre que respete el ciclo de vida de las especies destinadas a consumo, en un entorno más natural, donde ni su carne ni su piel sean más valiosas que su vida.
Es necesariamente vital, sanear y corregir los actuaciones que dañan al medioambiente y las que producen un dolor y sufrimiento innecesarios al propio ser humano y a los animales. El uso y las aplicaciones científicas y tecnológicas, deben estar dirigidas a proteger y mantener y cuidar el desarrollo de todo ser vivo.
La existencia del hombre está fuertemente ligada a la del planeta, si la salud de la Naturaleza se resiente, el hombre, mucho más frágil, enferma. El futuro solo es posible desde la coexistencia solidaria y la hermandad entre culturas, pueblos y naciones en la búsqueda de soluciones y proyectos que minimicen, transformen y prevengan cualquier desigualdad; trabajando en pro de la mejora, conservación y prevención de personas, animales, plantas y espacios naturales, que por su coyuntura estén claramente en descompensación respecto al resto del planeta.
Un futuro en el que nuestros hijos y las generaciones venideras, educados desde la infancia en los valores humanistas, de respeto y cuidado, podrán desarrollarse con integridad en un entorno saludable y atractivo de conocer en su riquísima biodiversidad. El hombre como una pieza más del engranaje llamado Universo, y, por tanto, de la Naturaleza, debe fluir armónicamente con la misma. Sentirse uno con el todo, recuperando la capacidad de sentir más allá de nuestra piel, para vivir en plenitud.
La Experiencia Del Arte Como Motor De Cambio
La búsqueda de la belleza, en tanto equilibrio y armonía, es intrínseca a la naturaleza humana; todos somos sensibles a la magia de un paisaje, de un gesto ... un poema ... una metáfora ... una imagen ... un trazo ... un color ... un sonido ...Y el Arte conecta con las zonas sensibles y creativas del ser humano a la vez que es su visión de la realidad sensible. Este viaje interior posibilita el autoconocimiento y, en la interacción social, el conocimiento del otro, en su integridad, enriqueciendo la calidad de las relaciones. Esta experiencia del Arte aporta un sentido a la vida cotidiana, paliando vacíos y aumentando nuestra satisfacción, de modo que, socialmente repercutirá en una menor tensión y conflictividad social. Todo cambio en el individuo se refleja en la sociedad.
De este modo, el Arte, a través de su lenguaje profundo y universal, se convierte en una de las herramientas más poderosas para concienciar y promover el cambio, tanto a nivel personal como social, dado que, como expresión cultural de un pueblo, está profundamente enraizado en sus gentes.
Este es el contexto en el que surge SensibilizARTE, con el objetivo de llamar la atención sobre las causas y los efectos del impacto del hombre, tanto medioambientales como sociales y culturales, difundiendo y promocionando trabajos artísticos y literarios que inciten a la reflexión y al cambio necesario; aglutinando un colectivo dinámico de artistas y escritores empeñados en demostrar que los ideales existen y que se puede luchar por ellos. Idealistas maduros y plenamente conscientes de la crítica situación y del poder que tiene cualquier gesto, por pequeño e insignificante que parezca, como puente hacia un mundo más equilibrado y en paz.
Ningún esfuerzo es en vano si con él se consigue que el mundo reflexione, se pare a pensar o simplemente ponga en duda la coyuntura que le obliga a bajar los brazos y mirar pasivamente. En nuestros proyectos, trabajos y actuaciones, ponemos nuestras ideas, pensamientos, expresiones, para que, como toques de atención, salte la duda y el cuestionamiento necesarios para el cambio de actitud.Mostrar que es evidente que hay que cambiar el proceso, empezar a cambiar las formas, métodos y acciones, que empobrecen y convierten al hombre en lo que nunca pensó ser.
Somos conscientes de nuestra imperfección, pero decididos en nuestros actos, dispuestos a la reflexión y al diálogo; pero clara nuestra meta. Los sentimientos de culpa o miedo no entran en los esquemas que nos hemos planteado. Las pretensiones no consisten en cambiar a nadie, pedimos cambiar las acciones, pedimos cambiar a ser conscientes, pedimos que despertamos de este sueño, pedimos un mundo mejor, es un anhelo que seguramente comparte una extensa mayoría, dejemos de lamentarnos y pongamonos a trabajar,realizando nuevas acciones y proyectos, que desemboquen en el cambio necesario de forma de vida que garantice a las nuevas generaciones un entorno donde poder desarrollarse integralmente, coexistiendo en la diversidad.
Nuestras exposiciones, revistas virtuales, páginas web y cualesquiera otros medios de comunicación presentes y futuros tienen en la expresión artística el medio idóneo para transmitir nuestros mensajes, preocupaciones y sensaciones. Las actuaciones que produzcan un deterioro, daño o supongan una violación al proyecto de vida que defendemos, serán siempre respondidas, por nuestra parte, como mejor sabemos realizarlo, mediante las propuestas y expresiones artísticas y literarias en cualquier formato y técnica.
Usamos la tecnología e internet para crear, compartir, comunicar, difundir noticias desde cualquier parte del mundo que nos lleguen, fomentamos el ciberactivismo ante los atentados a la Naturaleza y las violaciones de los derechos fundamentales de las personas y de los animales. Difundimos el mensaje humanista, ecologista y solidario yendo a los espacios físicos, públicos. Salimos a la calle con nuestras obras concienciando y transmitiendo la esperanza y fe en un mundo mejor para todos.
Es por eso que SensibilizARTE utiliza toda los medios a su alcance para transmitir su mensaje, hacer que el hombre reflexione a la vez que estimulamos a que descubra la belleza que le rodea, en cada partícula de vida, promoviendo los valores humanistas, solidarios y ecologistas.
SensibilizARTE es la voz de dicho colectivo, unido para llevar a cabo este proyecto. Como grupo internacional, respetamos y defendemos la multiculturalidad, garantizando la libertad de expresión artística y literaria de los miembros del colectivo, en el marco del respeto mutuo. Creemos en el poder de la palabra y la expresión artística en cualquiera de sus formas para promover la reflexión y el cambio necesarios y construir un mundo más solidario y equilibrado, conscientes de que el futuro de cualquier persona es indisoluble al del resto de la humanidad y la Naturaleza. Un mundo mejor para todos.
Publicado el 3 de abril del 2009 en www.sensibilizarte.com
Texto realizado por Adela Casado Cano con las colaboraciones especiales de Manuel Parra Bernabeu, Romina Florencia Cuppari y Eva Alcaide, y la activa participación en la "cadena de frases" de los miembros del grupo "MANIFIESTO de SensibilizARTE" en nuestra red, sin los cuales no hubiera sido posible nuestro primer manifiesto.
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